Las épocas de vacas flacas pueden ser un trago amargo para las empresas. La incertidumbre económica, la reducción del consumo y el aumento de la competencia generan un caldo de cultivo donde solo los más fuertes sobreviven. Sin embargo, parafraseando a Darwin, no se trata de los más grandes o poderosos, sino de los más adaptables. Y en este contexto, el control interno se convierte en una herramienta invaluable para navegar las turbulentas aguas de la recesión.
Imagina a tu empresa como un barco en medio de una tormenta. Un buen sistema de control interno te permitirá:
📌Asegurar que el barco esté en buenas condiciones: Detectar a tiempo una fisura en el casco, verificar que las velas estén bien izadas y que el timón funcione correctamente. Es decir, identificar y prevenir riesgos financieros, operativos y de cumplimiento.
📌Tener una brújula precisa: Contar con información financiera confiable y actualizada para tomar decisiones estratégicas acertadas, incluso en medio de la niebla de la incertidumbre. Saber dónde estás, hacia dónde vas y qué recursos tienes disponibles.
📌Contar con una tripulación eficiente y comprometida: Implementar políticas y procedimientos claros que definan las responsabilidades de cada miembro del equipo, evitando confusiones, duplicidades y errores.
📌Transmitir confianza a tus pasajeros: Un buen sistema de control interno genera confianza en tus stakeholders, inspirando tranquilidad en tus clientes, proveedores e inversores.
Ejemplos prácticos para convertir la teoría en acción:
🎯Optimizar recursos y eliminar tareas redundantes. Un análisis de la cadena de suministro, por ejemplo, podría revelar oportunidades para reducir costos sin afectar la calidad del producto final.
🎯Implementar un sistema de control de inventarios para evitar pérdidas por obsolescencia o robo. Ello permitirá ajustar la producción a la demanda real y asegurar tener los productos correctos en el momento adecuado.
🎯Establecer un sistema de control de acceso a la información financiera y confidencial para protegerla de accesos no autorizados. Imagina un castillo medieval: solo los caballeros con la autorización adecuada deberían tener acceso a la sala del tesoro.
🎯Fomentar una cultura interna de ética y responsabilidad. El control interno no se trata sólo de reglas y procedimientos, sino también de crear un ambiente donde las personas estén motivadas a actuar con integridad.
El control interno no es una póliza de seguro contra la crisis, pero sí una poderosa herramienta que te ayudará a navegarla con éxito. Implementarlo requiere esfuerzo y compromiso, pero la recompensa es una empresa más resiliente, eficiente y preparada para enfrentar los desafíos.
Recuerda: en la adversidad reside la oportunidad. Convierte la crisis en tu oportunidad de fortalecer tu empresa.
En Crearis Latam podemos ayudarte en el desafío.
#resiliencia #eficiencia #crisis