El costo proyectado de los ciberataques para el próximo año supera los 10.5 trillones de dólares, evidenciando la urgente necesidad de priorizar la ciberseguridad a nivel global.
La inteligencia artificial, en constante evolución, desempeñará un papel fundamental tanto en los ataques como en las defensas.
Desde la escasez de habilidades en ciberseguridad hasta la sofisticación de los ataques de ingeniería social y la creciente importancia de la ciberresiliencia, se espera que la ciberseguridad trascienda los límites del departamento de TI, convirtiéndose en una prioridad estratégica en las juntas directivas y en la agenda legislativa.
Se anticipa también una creciente complejidad en los ataques cibernéticos respaldados por una mayor interconexión de dispositivos IoT, generando más puntos vulnerables.
Finalmente, se enfatiza la necesidad de generar habilidades blandas junto con las técnicas para los profesionales de ciberseguridad, mientras que las regulaciones gubernamentales se vuelven más estrictas, reflejando una conciencia cada vez mayor sobre los riesgos asociados a los ciberataques y la protección de la seguridad nacional y económica.