¿Puede una Auditoría Interna ser Externa?

No es un tema nuevo y siempre se han evaluado los beneficios de poseer un equipo de auditoría dentro de la organización, o bien tener un contrato para que un externo cumpla la función. 

Una y otra posición pueden ser defendidas y atacadas por diversos motivos, pero en estos días se están generando algunas situaciones que merecen ser tenidas en cuenta:

• Buena parte del trabajo es realizado de manera remota, lo que brinda la posibilidad de integrar de manera más rápida a personas que pueden cumplir la función de auditoría. Ya no importa el lugar o contar con un equipo informático para sumar personal, tanto uno como otros pueden ser ajenos a la empresa.
• Necesidad de especialización en temáticas que a su vez van cambiando de manera acelerada (sobre todo lo relacionado a sistemas).
• Regulaciones externas que alcanzan a la empresa, lo que exige un nivel de actualización constante.
• Escenarios cambiantes y riesgos emergentes que requieren adaptar la programación y los recursos de manera repentina.

Lo indicado en los puntos anteriores, más la posibilidad de lograr ahorros al poder flexibilizar el trabajo, ajustándose a las necesidades de cada organización, parecen brindar un aspecto de fortaleza a esta opción. 

No obstante ello, para que pueda ser una alternativa exitosa debe contar con unos objetivos claros y consensuados y la supervisión constante, ya sea vía Comité de Auditoría u otro a nivel directivo de la empresa.

Tal vez, una solución intermedia, el de contar con un núcleo de auditoría en la empresa y de externalizar las necesidades de trabajos especializados y cargas inusuales de tareas puede también ser una buena alternativa.

En última instancia, el externalizar o no la auditoría interna es una decisión estratégica que debe tomarse en función de las necesidades y objetivos específicos de la organización. 

Desde Crearis Latam podemos ayudar a tu empresa a elegir la solución que mejor se adapte a sus necesidades.